domingo, 27 de julio de 2008

¡¡¡Tirále el cuatro de basto, tirále!!!

5 abril de 1902

Querido einsenjauer jorge y canoso Herr professor Kennsenn.

Todavia resuenan, en mi cabecita de novia, sus luminosas palabras, sus oportunas pedorretas y las oscuras formulas de la impresionante conferencia que nos dieron en la cancha de olboys el pasado viernes por la noche.

En fin... queridos profesores, recien hoy, luego de 3 años de riguroso estudio y cynnar.

recien hoy, los puedo entender.

¡Voy a la AUDE, que esperaban!

Asi pues, antes de disolverme en acido coppoleno los invito a la quinta de mi cuñada sita en aeroparque, para que juntos (yo, ustedes y mi prima lorna) juguemos al truco gallo y al escrabel, fritemos pelucas, empeñemos la dignidad y, en fin, festejemos de lo lindo el año que se fue, comiendo pan dulce carrio y silbando la wagneriana marcha de pocho.

Lili Genaro, una devotisima alumna moon.

Pd : Extracto que re admiro de la desgrabacion de la conferencia:

(sic.) J. kennsenn: "Arriba de un mamut dopado, pero vivito, no esos que encuentran dos por tres en la blanca Siberia y luego son malamente sometidos a la clonica experience"

(sic) Einsenjauer Jorge: " ...y eso no es nada. Piensen en la curvatura pochistica que se dilata cuando la coordenada fernet 1 se cruza con el faktor Orgullo de perdiz y adquiere valor absoluto al multiplicarlo por el coseno de..."

sábado, 12 de julio de 2008

Primer Avalancha Anti-japening de Pipo Sinclair


Lanús, en otro vagón del Roca


Estimado amigo del Continuo Carnaval:

Si bien es verdad que los días resultan impúdicamente vacíos, cual cajita de fósforos en manos de piromaníaco irredento, el móvil de mi epistolaria actividad tiene más que ver con los abominables cánticos de Nicol Nuiman que con el vasto cliché de la soledad existencial.

Todo hombre araña que haya soportado la dicha atroz de una muchacha peronista, sabe muy bien que el abrazo del tedio espera a la vuelta de la esquina de O. Andrade y Zuluoga, o de cualquier calesita restaurada.

Así pues, ya en el concepto calesita, ya en el inveterado claustro que han levantado los efímeros días, he descifrado el secreto de la resignación, que -como todos sabemos- busca evidenciarse de manera brutal en las boletas del super gordo de Navidad; galardón éste que se adjudica a un sólo tipo y para colmo ajeno.

Advertirá vuestra excma. merced, que el abuso de aposiciones y la vana predilección por el circunloquio potenciado sigue conformando una desusada debilidad que mejor disimular cuando viene visita y uno está en pelotas y no quiere andar recibiendo a primos desconocidos o gente del campo que se hace pasar por pariente lejano pero en realidad son inescrupulosos que cultivan el arte del buen vivir, motivados por la filantropía de gente bonachona y crédula, como mi tía del norte, que sabe enchufar a diestra y siniestra, pingües porciones de pastaflora y verdaderas palanganas de matecocido con leche.

Adivino que vuestro sistema humoral se tienta por el pequeño dios de la risa o el enfático titán de la impaciencia, pero recuerde que "lobo viejo caza a la espera" y no hay nada más nocivo para el espíritu (después de marley) que la estúpida celeridad promovida por el excaletric, la televisión (marley-enviroment) y, a no acordarse, el pérfido naranjú sabor cola: refrigerio ciento por ciento argento que, insumido en grandes cantidades y de manera intensiva, resulta peligrosísimo para la salud de cualquiera que no sea Highlander(*)

Eso sí, reconozco que de tanto esperar y esperar, cual embarazada por bombero estéril o sorprendido incauto que aguarda el 277 pasadita la medianoche, de tanto esperar, digo, uno puede caer en la chusca tentación de metamorfosearse con un animo oriental: ¡fácil es pasearse en patas por el jardín de algún vecino, dársela de confucio y decir ma sí, yo espero, ¡Total me cago en todo!

Conjeturo que no le pifio a lo piojo Lope cuando afirmo que la cultura popular es por demás pletórica al tiempo de manufacturar sociólogos de goma espuma, y adora blandir toda clase de papelitos de colores; indudable producto son de la poderosa fibra de zapallos que nunca trepidan al consagrar sus plumas de ganso amaestrado en pos de la humana felicidad; tramoyistas empepados y opinaitors sin ley que zumban aquí y acullá, y no dejan en paz ni al pobre estudiante de agronomíaa que pretende cachar el bufoso y mandarse una siestita.

Pero concedamos que resultan mycho menos escalofriantes que los nihilistas desesperados, veneradores de lo putrefacto, escatológico y necrofílico; bah, son pobres polichinelas de seso negro, que de no proyectarse al reducido cenáculo del parnaso de cartón pintau no dudarían en, justamente, pintarse los ojitos con delineador o tatuarse una enredadera china en el orto... Ay, ay, fatigan la oscuridad por miedo a exponer su fatal ordinariez.

¿Is Everebody in?

-Jim Morrison...

Si, siempre hay un tarambana con cara de sacacorchos que soslaya a los doors y no hesita en vigorar con el subsiguiente dicho, el cual no sé si fue fraguado por Confucio, o el célebre y olvidado Johan Corazón Ramón, cantautor éste que -en sus años de fama y glamour- salía de su dpto. a las ocho de la noche prendido fuego, porque era segurísimo que lo esperaba el sonido bienhechor de la matraca bien agitada, el toqueteo indiscreto, la ambrosía y el delirio que pulula en la brillosa serpentina multicolor que antaño haría las veces de esos cosirulos fluos que no dudamos en colgarmos, ora cuando hay una fiesta de quince (donde la piba lloriquea de puro gusto nomás), ora cuando se desposa algún cristiano amigo, que haciéndose de una libreta matrimonial ignora si tan ominoso cuadernito no es más que un leonino recibo en concepto de adquisición de iglú en zona de avalanchas.

Le juraba que el matrimonio es una de terror, pero no me achico y le recuerdo que hay una sentencia del peronismo o del confucianismo, advirtiendo con sabiduría de viejo esquimal: "Si un problema no tiene solución para que..." y lo intranscendental que prosigue.

La verdad que Confucio se puede ir a la mierda.

Barrunta mi dorada cabezota que ese turbado flaco era un chino (bien podría haber sido un panameño) que gustaba confundirlo todo y encontrábase más al dope que empleado munícipe vacacionando en La Feliz; sobredicho filosofo desnutrido, al igual que un áurico gordo infame con cara de perejil, regala menos poesía que una foto del Chancho Alvarez practicándose un pediluvio.

Yo tengo una caja de zapatillas flecha hospedando una enorme dotación de sahumerios uruguayos (cuando prendo alguno es casi inevitable evocar a la feria de los jipis, sita en villa Gessell) y gozo del último de Marcus Anguinis, shimriti, una verdadera patada en la ingle del buen gusto; en fin, dispongo de mil y una frases que prodigan mil y un encantos esotéricos, pero aunque el filo de mi verba malhechora cercenó algunos breteles; aunque las noches de luna llena consulto a psicólogos y sé leer las manos de pintura que supe efectuarle al taparrollo de mi cuartito azul, es menester confesarle: o me falta sangre de pato carré o todo eso huele a nauseabundo gas desprendiéndose de un zolcillonca de rugbier neozelandés -son los mejores- que por comodidad efectista ahora lo imagino (al eyelit) 50% algodón, 25% poliester 20% lana y 5% a plazo fijo.

Si, una fétida mentira para cazafantasmas sin huevos, una platónica burla con cara de Momo, olvidada en el fondo más nocivo de esa infame licuadora que ustedes llaman Perceptron.


Pero mire lo que ha hecho, usted que es amigo del Continuo Carnaval, ¿no le da vergüenza?... Andar amargando a un pobre coleccionista de la caricia equivocada.

"Realms of bliss, realms of light... Some are born to sweet delight"


Pues acaso no soy digno de apretar el pomo y plagiar ¡alegría, alegría! ¡¿Qué afrenta acometí para que me precipite de lleno al confortable abismo de la super queja de jubilado ferroviario?!

No, déjeme, no pienso darle el gusto... Y ¡aha! seguro me estará echando en cara la vez que me prestó la bordeadora y no se la devolví ya nunca más por que para mí que se la había afanado a un indefenso papa noel borracho.
No, no le voy a dar el gusto, quién se ha creído... ¿Schopenhauer?


Si bien es verdad que abomina la nostalgia, es posible que tenga el bobo más sensitivo que una placa fotográfica de nitrato de magnesio; pero aunque le re cabe abusar de la nueva polaroid no colijo ni palpito que gusta adherirse al plañir premasticado y mucho menos a la comparsa cyber-emulada, que pone tecnos y tecnos los corazones... ¿O al señorito se le antoja que asistí al curso de animación en flash y al conciliábulo de cerámica en frío para hacer boludeces y dármela de artista?

¡Pst!

Pipo Sinclair exintegrante del HPSLG



(*) Nota del nutricionista: Sólo merma el traidor efecto si aplicáis dos, tres y hasta seis pastillas de carbón activado