viernes, 19 de junio de 2009

Memorias biográficas de ayer y hoy. Hoy, justamente: Jerry Petitier Collack



Continuando la saga de historias triviales, que hacen la panzada a Titivillus y otros demonios menores, el HSLPG nos trae el biographical volume of Jerry Pettitier Collack, alias Petitier Cola.
Saboreádla....

A Graciela, quien siempre ornará nuestras comarcas con su boterizca figura....

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Pettitier Cola, nacido Jerry Petitier Collack VI (1931-1984)

Nace en 1931 en un parto prematuro que eliminaría a su madre de la societé generale, dando a luz al pequeño Jerry a los cinco meses after dust (después del polvo). Su padre, el conocido Andrew Pettitier Collack VII, adujo su nombre a sus orejas "Es igual al ratoncito de la Metro Goldgüin Meier..."
Los grandes emprendimientos de su padre, mayormente en su fábrica de clavicordios sita en Spegazzini junto con las 3 plataformas petroleras, hicieron su devenir en niño rico y malcriado, una especie de Oaki cruzado con Demian. No se sabe mucho de su niñez, más allá de algún incidente donde hubo de incinerar a lo bonzo a un mendigo o la desaparición de un par de sus amiguitos.
Ya siendo un muchachón de 18 años, con la ambición propia de su casta y ningún escrúpulo para con el proletario, inicia sus estudios en Magia Negra del Marketing e Inciensos fumables, en la Universidad de Fudán. Se gradúa con méritos suficientes, además de ser incluído en la Logia Casán, de Casanova.
Acusa ya 21 años, un título de Secretaria Ejecutiva del ISE, operador Lotus en el Iac y Masturbólogo y Doctor en Onanismo y Labores Manuales, logrado este último con el grado Summa Cumm Laude, de la reconocida Universidad Neoliberal de Tucson, AZ. Años más tarde, por sus fútiles esfuerzos investigativos sobre las costumbres sexuales de los Luponautas, recibiría la beca "Niños pujantes del Don Popperola" financiando su adicción a la quiniela vespertina.
En una tarde de abril pasa por un bingo de las Carmelitas Descalzas donde al ritmo de una sinfonía de Tanguito se juega todos los fondos de sus cuentas en el Bank Of Totoria, la casa, el perro -un gran danés llamado Trípode- y los dos 1114 con los cuales era componente en la línea 115 de Botswana. Y el 15 nunca salió. Al verse en quiebra, acostumbrado al lujo y la buena vida, se dedica a la caquería, afanándole un sorrentino de gran importancia al mismo Johnny DosTiros, y vendiéndolo a la CCCP, por el monto de setecientas tres liras, dos gallinas y el pase de Yazir, la araña negra. Al recordarlo años después dice: "Fue una época dura, recuerdo haber caído en la ingesta deshinibida de Sapolán Ferrini de alto factor, inyectarme salmuera y bailar psicotrópicamente... Pero lo peor era mi adicción a jugar a las tres (3) cifras en vespertina, de lunes a sábado entre $1600 y $3000"
Acorralado por las deudas, producto estas de su definidos gustos de bon vivant, vende a Yazir al club ítalo Benitto Unitto F.C. a cambio de una ojiva nuclear soviética de 5 Megatones y doscientos trentún Bolívares Patagónicos. Amenaza un país pequeño de Africa Septentrional con su nuevo falo nuclear, logrando la estatización de sus deudas -muchas de ellas contraídas en el submundo de la quiniela clandestina de La Matanza- y así, también llevándose unos kilos de diamantes vuelve a la creme de la creme, el jet set de los años 60-70...

Rosas se hace presente, y con su pantufla
boletea a un inglés(¡?)...


Con su nueva pequeña fortuna, finalmente un martes de 1973, le juega al cumpleaños de Agustín God Popperola, pegándole a dos cabezas y a las cuatro cifras, por un monto que le volaría el peluquín a cualquier gregoriano de clase media alta. Es ahí, cuando experimentando para una poción de feromonas que liberáse sepsualmente a colegialas, (investigación totalmente financiada por la Honoraria Beca de los Masones Ignaros de La Lucila que se adjudicase en 1971, a través de la fundación Si lo sabe Cante) logra la fórmula hiper secreta de la Petitier Cola, morfoseando su nombre al de la beverage. Desde ahí, para evadir al sabueso del fisco, se hace conocido como Petitier Cola, borrando archivos en la gran quemada del '75, donde ya Jerry Petitier Collack dejaría de existir para el estado de Totoria.
Una noche de jarana y excesos varios, luego de haber corrido y golpeado sin sentido a un albino que no gustaba del futbol ni del vermouth, copula con Rita Lopérfida, una bailarina exótica de Tessei Village, con quien contraería bodas años más tarde, luego engendrando a su hija, Johanna Lopérfida de Petitier, postrer actual jefa de la rama pseudo fémina del HPSLG, ponedora de remolachones en sótanos gorilones y gran kimbalera erótica, una mujer adicta al poder y con los rasgos punibles de su padre a flor de piel.
Petitier Cola logra amasar una gran fortuna dado lo adictivo del aditivo de su bebida, un sintetizado de lúpulo y espermicida thai que pega en 0.7 ms en el lóbulo frontal del cerebro, haciendo la delicia de chicos y grandes, tías y tíos, peronistas y radicales. En 1930, luego de haber sacado la guita del banco y haber vendido todas sus acciones antes del gran colapso, resurge una vez más, como le confesaría el mismísimo Petitier a la revista Pingos y Caretas en 1978, para “poder finalmente adueñarme de este mundo de zurdos y vende patrias”, según PC dixit.
Su subida sólo pudo ser cortada por el beneplácito Johnny 2 Tiros, quien aún caliente por el curro del sorrentino matriz, y no conforme con sodomizar de varias maneras a su hija, le propinaría una cena mortal de almejas bolivianas, contaminada con Fuyí Vape y acaroína La Limpia, de Droguería Hernández Guijón, un día de la sotana de 1984. La autopsia reveló un contenido en sangre de las dos sustancias en dosis hasta 4 veces superiores a la mortal. El fiscal nunca pudo probar su caso dado que Johnny Dos Tiros fue quien llamó a la polizei, aduciendo que el que cocinó fue un chino con barba larga y blanca, que enseñaba Kung Fu y tenía uno de esos que se hace Gremlin si lo alimentan con picante. Chow Hung Fuy, un anciano de Nepal, sirvió cadena perpetua por tres días, ya que por la duración del juicio, dada la condición del vetusto oriental, llego con una pata adentro del cajón al penal de Isla Maciel.
Entre sus mayores máximas, tal vez la más conocida, la que reza la estampilla que lo conmemora en el Correo de Oslo, sería aquella que dijo cuando recibió el premio "La Bebida del Carajo": "El HPSLG es un germen vacío pero peligroso. Y habría que ajusticiarlos."
He aquí este relato sin contenido, sobre una vida que se haya a lontananza del ejemplo, empero, tan llena de vicisitudes y vidrios empañados como uno quisiera para los grandes que vendrán.

N. del A.: Petitier Cola es una marca registrada de The Soinguer Bros et Co. Div. Brevajes, Congo Austríaco Boreal. Todos los derechos reservados.

1 comentario:

Johnny Dos Tiros dijo...

Orgua!!! Ahora resulta que soy un asesino tambien? Pfffffff....